ADRIANA DE LA FUENTE LEÓN, 13 SEPTIEMBRE, 2018
La bebida de los dioses, aquella que es degustada con apreciación alrededor del mundo por su exquisito sabor, olor y color, cumpliendo totalmente con el nombre que nuestros antepasados le dieron. Lo disfrutamos en diferentes presentaciones, ya sea en dulces, postres, bebidas o como condimento en comidas; la presencia del chocolate se ha vuelto indispensable en nuestros días.
Y es que, así como su sabor, la historia que hay detrás de éste es igual de sorprendente, desde su mismo origen, ya que es todo un misterio -el único dato exacto quizá es que es de procedencia mexicana- y a pesar de ello, gracias al Tonalámatl, el libro de los augurios de los sacerdotes de la diosa Xochiquetzal, es conocida la Leyenda del origen del cacao.
La cual cuenta que, los dioses compadecidos de los trabajos que pasaba el pueblo tolteca, decidieron que uno debía bajar a la tierra para ayudarles y enseñarles las ciencias y las artes. El elegido fue Quetzalcóatl, quien deseaba ayudar a los toltecas, entonces tomó forma humana y descendió sobre Tollan, la ciudad de los hombres buenos y trabajadores.
Se dice que lo hizo a través del rayo de la estrella de la mañana, dejando asombrados a los toltecas con su aparición, ante tal hecho todo el pueblo comprendió que se trataba de un dios, y le rindieron adoración; rompiendo los feos y oscuros dioses de barro que tenían.
Durante su estadía, Quetzalcóatl con ayuda de los dioses le enseñó al pueblo tolteca el saber, además les dio el don de una planta que había robado a los dioses, sus hermanos, quienes la guardaban celosamente, porque de ella obtenían una bebida que, pensaban, sólo les estaba destinada a ellos.
Les enseñó como cultivar el árbol de cacao, y al crecer Quetzalcóatl recogió las vainas, hizo tostar el fruto, y les mostró a las mujeres -quienes seguían los trabajos de los hombres- a molerlo, y a batirlo con agua en las jícaras, obteniendo así el chocolate, que en el principio, sólo tomaban los sacerdotes y los nobles.
Para la sociedad azteca el cacao fue un alimento de gran importancia, lo tomaban líquido y mezclado con especias, como resultado obtenían una bebida muy energética, oscura, espesa y espumosa a la que llamaban «tchocolatl» o “xocoath”, la cual era apreciada no sólo por su sabor sino por su valor estimulante.
Era tan importante que incluso durante la época prehispánica fue utilizada como moneda de cambio, sin embargo, su uso no era sólo mercantil, también estaba relacionado a lo sagrado.
Como puedes ver el chocolate fue un regalo otorgado por el cielo, y aunque ésta no es toda la historia que se encuentra detrás de éste, sin duda, sigue siendo uno de los sabores más ricos en el mundo.
A pesar de no tener un registro; en la actualidad algunos habitantes del sur de Tlaxcala rescataron la bebida, utilizando diferentes semillas tales como cacao, maíz, trigo, y haba; considerada una bebida antioxidante y antidepresivo.
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