“Si Adelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por mar”
POR MARÍA ENCINAS, 20 NOVIEMBRE, 2018
Todos alguna vez hemos escuchado hablar de las Adelitas, incluso, a algunas nos vistieron de “Adelita” en los festivales escolares, pero ¿quién fue ésta mujer?
Su nombre fue Adela Velarde Pérez y nació el 8 de septiembre de 1900 en Ciudad Juárez, Chihuahua, la misma del corrido famoso, “Si Adelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por mar, si es por mar en un buque de guerra, si es por tierra en un tren militar”.
La historia que se sabe de ella es muy poca y lo que los historiadores dicen es que fue hija de un adinerado comerciante de Ciudad Juárez, sin embargo, Adela se rebeló ante él para incorporarse a la Asociación Mexicana de la Cruz Roja buscando ser enfermera; era conocida por su eficiencia y destreza en la atención de los heridos y fue eso lo que la hizo convertirse en la consentida de las tropas.
En febrero de 1913, Adelita como la llamaban, se presentó en un hospital de su ciudad natal, y dijo que deseaba trabajar en las filas del ejército revolucionario.
Pronto se adaptó a las obligaciones en su trabajo, era dócil, noble, decidida y cautivó a los combatientes; ahí conoció al amor de su vida, un hombre llamado Antonio Gil de Río Armenta, sargento de las fuerzas de Francisco Villa, quien se supone habría sido el compositor de la pieza que conocemos hoy como “La Adelita”, pero sobre este tema, no se sabe a ciencia cierta cuáles fueron las circunstancias que llevaron a su composición.
Antonio, acompañó a Adelita durante los triunfos de Villa en 1913 y 1914, hasta que en Gómez Palacio, el hombre cayó herido y murió en los brazos de su amada; tras su muerte, Adelita continúo en la Revolución hasta que ésta terminó.
Entonces se mudó a la Ciudad de México donde trabajó como mecanógrafa en la Administración de Correos; destacó la participación de Adela en contra de la Usurpación Huertista, que se oponía a que Adolfo Huerta fuera presidente del país.
En diciembre de 1961, el Congreso de la Unión propuso dar una pensión vitalicia como veterana de la Revolución y en 1965, Adela, según se sabe y se relata en la crónica “Bajo un cielo de metralla”, se habría casado con el coronel Alfredo Villegas, con quien se reencontró tras sus años en el Ejército y quien era jefe del fallecido Antonio.
Referente a su físico, se sabe que era una mujer muy bella, que sobresalía por su hermosura y por la generosidad con la que actuaba, siempre inquieta, alegre y curiosa. Fueron estas características las que la hicieron que se incorporara al grupo de enfermeras que había fundado Leonor Villegas de Manón, para apoyar a los ejércitos que luchaban en la justa revolucionaria.
Gracias a ella, se les conoce a las mujeres soldaderas como “Adelitas” por su papel como cuidadoras, pero también como combatientes de la guerra.
Dato WIN: Adelita falleció el 4 septiembre 1971 en Texas.
